Ahora que ya sabes los factores a favor y en contra de emprender tu empresa mientras tienes un trabajo estable, es momento de definir por dónde empezar y cuál será tu plan o camino a recorrer.
Evalúa tu idea
Realiza una evaluación o análisis del mercado donde se desarrollará tu negocio o empresa. Esto te ayudará a obtener un panorama más tangible de tus retos, competencia, y sobre todo, del tiempo que le deberás de dedicar a tu proyecto.
Elementos como la competencia, sociodemografía en el área a instalar tus oficinas, necesidades de tu producto o servicio de parte de clientes potenciales, y la economía de tu mercado, serán útiles para tu estrategia.
Planea los recursos
Puede ser posible que en medio del furor y motivación que traen consigo situaciones como emprender un negocio, dejes pasar o desestimes las cantidades reales de inversión que necesitarás para cumplir tus metas, así como los recursos que utilizarás en el gasto diario personal.
De acuerdo a expertos, se recomienda guardar o reservar una cantidad suficiente de dinero para vivir cómodamente entre seis meses a un año. Aunque debes tomar en cuenta que cada proyecto es diferente y puede ser que empieces a generar ganancias después o antes de lo planeado.
Elige y determina el tiempo correcto
La mejor persona para saber qué tan comprometido te sientes con tu decisión y si es el mejor punto de tu vida y tu carrera para lanzarte hacia un proyecto de negocio eres tú. El tiempo correcto para iniciar es una decisión que sólo tu puedes tomar.
Sea cual sea el camino que elijas, el secreto para triunfar es hacer una autoevaluación honesta de tus recursos, tu grado de compromiso con el proyecto y los sistemas de apoyo de los que dispongas.