¿Cómo convertir un simple negocio familiar en uno con presencia mundial y con ingresos anuales de 700 millones de dólares?
La película The Founder (Hambre de poder) cuenta la historia de Ray Kroc, quien, tras ser un vendedor de malteadas de 52 años, pasó a convertirse en el dueño de McDonald’s en 1961, al comprar la compañía a los hermanos Dick y Mac McDonald.
Lejos de entrar en controversia sobre qué tan éticas fueron algunas de las ideas de Kroc, es innegable que algo hizo tremendamente bien y que para lograrlo tuvo que haberse apegado a principios que hizo inquebrantables.
Y es que, la visión empresarial de Ray Kroc, y su audacia al hacer negocios, transformaron a la hamburguesería de un pequeño negocio familiar en todo un emporio mundial, llevando a la marca de comida rápida incluso a tener más de 1,600 sucursales.
- Persistencia
Tal como lo menciona Kroc durante la película, una cualidad que lo ayudó a pasar de ser un fracasado vendedor de máquinas de malteadas a un exitoso hombre de negocios fue la persistencia en sus acciones.
Pese al estar desesperado y en una situación deplorable, Kroc no quitó el dedo del renglón y, en lugar de verse abrumado por sus graves problemas económicos, persistió hasta toparse con el restaurante de los hermanos McDonald y hallar una buena oportunidad de negocio.
Es innegable que, no importando su profesión, todo empresario o profesionista se enfrenta a un sinnúmero de dificultades y caminos minados a lo largo de su carrera. Sin embargo, el no darse por vencido y persistir hasta alcanzar el objetivo son piezas clave que todo CEO, desde Mark Zuckerberg hasta Bill Gates, han afirmado tener.
-Continúa…