- Sé flexible
El trayecto hacia el trabajo puede ser una gran generador de estrés en tu colaboradores, y si a eso se le agrega que muchos trabajadores pasan más de media hora al volante, tienes los ingredientes necesarios para un estresante comienzo del día laboral.
Por ello una gran estrategia a la cual cada vez más empresas se unen, es la flexibilidad de horarios o espacios de trabajo.
Por ejemplo, la práctica del “home office” es una alternativa excelente, puesto que permite al trabajador una mayor libertad y sobre todo, le ahorra el desgaste que conlleva trasladarse de ida y vuelta en hora pico.
Si bien, es cierto que esta estrategia no puede aplicarse a todos los puestos laborales, y que la naturaleza de algunos trabajos es más inflexible que otras, si se puede hacer un esfuerzo creativo para aligerar la carga.
Una idea sería alternar entre los días presenciales, y otros en casa o hacer un cambio de horario, para evitar las horas de mayor tráfico.
- Divide tareas en pequeños pasos
En ocasiones, los objetivos de la compañías pueden parecer hazañas inalcanzables y provocan estrés con tan solo pensar en ellas. Por esto, una buena estrategia es enseñar a tu equipo a dividir las imponentes tareas de largo plazo, en pequeñas y digeribles actividades del día a día.
Recuerda que todo gran viaje comienza con un pequeño paso. Y es más importante centrarse en la tarea del ahora, que preocuparse por la actividad del día de mañana.
Al dividir las grandes labores en pequeñas tareas, eliminas el factor intimidante que suele provocar estrés en los miembros de una empresa. De esta forma, relajarás el ambiente, y tu equipo estará libre del estrés.
Estos son solo algunos consejos que estoy seguro te ayudarán a reducir los niveles de burnout en tu empresa o espacio de trabajo. Te invito a ponerlos a prueba, estoy seguro que la productividad se verá altamente beneficiada.
