Convertirse en un gran líder no es meta sencilla. Es un proceso que toma tiempo y que se consigue en base a experiencia y, en ocasiones, incluso bajo prueba y error.
Y es que, todo gran líder de un negocio, sea pequeño o una corporación trasnacional, está dotado de habilidades y cualidades que lo hacen destacar frente al resto y por las que se le han conferido grandes responsabilidades.
Aunque existen muchos líderes natos, otros tantos han sido moldeados con los años tras haber desarrollado dichas habilidades.
Conoce algunas de estas herramientas, que te ayudarán a dirigir tu negocio hacia el éxito y motivarán a tus colaboradores:
- “Predica” con el ejemplo
No hay mayor respaldo para una regla o una acción, que hacer lo que queremos que los demás hagan. Todo buen líder debe actuar y no sólo hablar.
Trata a todos con cortesía, muestra tu responsabilidad y da todo de ti en tu trabajo.
- Sé humilde
Existe una enorme diferencia entre ser un líder o un jefe. Un líder no tiene miedo de reconocer los aciertos de sus colaboradores y no busca ser sólo el foco de atención, repartiendo órdenes sin sentido.
Además, ser un líder que muestre humildad te dará más confianza, lo cual tus colaboradores y clientes notarán y agradecerán.
- Aprende a delegar responsabilidades
En ocasiones, el querer que las cosas se hagan de la mejor manera no nos deja aprender a “soltar”, lo que termina saturándonos de trabajo. Confía en tus colaboradores, sin tener necesariamente que descuidar un proyecto.
Además, no darles la responsabilidad entera a tus colaboradores los puede hacer sentir desmotivados y no valorados para asumir las responsabilidades de un proyecto.
-Continúa Parte II-