La Navidad es una época que nos trae recuerdos muy agradables. Estas fechas se asocian a valores muy positivos, como la generosidad, la alegría, la reconciliación y la paz. Podemos aprovechar la proximidad de estas fiestas para inspirarnos y generar un ambiente cálido en nuestra organización, con el objetivo de que se fortalezcan los lazos laborales y se mejore la eficiencia, no sólo en estos días, sino a lo largo del año que se avecina.
Primero, nuestros colaboradores y nosotros mismos tenemos que ser conscientes de que la atmósfera se genera entre todos. Si te das cuenta, en la Navidad todo mundo tiene expectativas de alegría, salvo uno que otro “grinch”, todos se preparan con anticipación para celebrar en grande. En el entorno laboral, cada uno puede aportar con pensamientos positivos y de colaboración.
Los empleados deben saber que su función dentro de tu empresa es importante para que todo marche bien y que tienen la capacidad para cumplir las tareas que se les asigna y mejorar la forma en que se realizan los procesos a través de sus comentarios y aportaciones originales. En pocas palabras, se siembren excelentes expectativas.
Hablamos también de reconciliación y paz en la Nochebuena. Nada como aprovechar esta temporada para hacer un esfuerzo en conjunto y tratar de resolver diferencias que hayan surgido durante las horas laborales.
Lo mejor sería tomarse un momento para reflexionar si todo marcha viento en popa y hay que permanecer con esa dinámica agradable o si, por el contrario, la forma de convivencia que se lleva en el trabajo tiene áreas de mejora. No debemos permitir que algún contratiempo amargue el ambiente y menos que esto sea causa de una disminución de la productividad a largo plazo.
Por último, la Navidad también es fecha de ilusiones: de dar y recibir regalos, abrazos, sonrisas. La energía que da el tener claro un anhelo es inmensa, por eso resulta importante hacer a tu organización consciente de que sus propósitos personales empatan con los de la empresa. El cumplir sus metas automáticamente hará que se cumplan tus objetivos empresariales. Y no hay que olvidar por supuesto el factor sorpresa o aquellas formas de hacer que tus empleados se sientan valorados y queridos, pues ¿a quién no le da ilusión un obsequio o regalo?
Que tanto en tu hogar como en tu organización esta época sea de alegría y de generosidad, y que con ese ambiente grato tengas excelentes resultados en ambas esferas.