¿Cómo ser más productivo y evitar la procrastinación?

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Un problema que afecta fuertemente a la productividad de todo trabajador es la procrastinación, la cual “se disfraza” de muchas formas.

Aunque una tarea sea prioritaria, muchas veces encontramos muchas razones para posponerla y decidimos hacer otras cosas menos importantes pero más fáciles, para luego pasar a sentirnos culpables por no realizarla a tiempo.

Ya se ha comprobado científicamente que, por naturaleza, el ser humano tiende a dejar para después los pendientes. Nuestros cerebros están programados para preferir resolver tareas con una recompensa futura a corto plazo, que cumplir con las que se verá una retribución a largo plazo, comportamiento que los científicos han llamado “sesgo del presente”.

Pero, si procrastinar es una acción que ya llevamos genéticamente, ¿cómo hacer para erradicarla por completo, o al menos aminorar el tiempo desperdiciado? La Universidad de Harvard ha emitido algunos consejos que pueden ser de gran ayuda:

  1. Visualizarse después de terminada la tarea.- Investigaciones han demostrado que una persona decidirá ahorrar más para su jubilación tras mostrarle fotografías editadas de él mismo a la tercera edad. Esto sucede porque ven de una forma más real el futuro.

Tomando en cuenta esto, si visualizamos las repercusiones que tendrá realizar esa tarea que tanto hemos estado eludiendo hacer, será para nosotros más real las posibles consecuencias negativas que tendrá dejar todo para el último y la gratificación que conseguiremos si la cumplimos en tiempo y forma.

  1. Comprometerse en público.- La forma en que nos ven las demás personas y la opinión que tienen de nosotros impacta en nuestro cerebro de manera significativa, de acuerdo a estudios como “Procesamiento de recompensas sociales y monetarias en el estatus humano”, de Izuma, Saito y Sadato.

Y es que, al ser humano le gusta sentirse respetado y apreciado por los demás, incluso cuando son desconocidos, por lo que anunciar que estamos trabajando en una tarea, así como la fecha tentativa de entrega, nos obligará de alguna forma a cumplir con la responsabilidad.

  1. Comprender las consecuencias de nuestras acciones.- De acuerdo a “Sesgos de omisión, diferencias individuales y normalidad”, de Jonathan Baron e Iliana Ritov, las personas tratamos de evaluar de manera adecuada nuestra situación actual, razón que nos hace ignorar los beneficios que tiene concretar las tareas.

El conocido sesgo de omisión nos lleva a posponer la responsabilidad que tenemos que cumplir en el largo plazo, lo que nos hace decirnos a nosotros mismos “lo haré más tarde”. El imaginarnos el panorama de evadir las tareas, sin duda nos hará darnos cuenta de el tiempo real que necesitamos para cumplir con los objetivos.

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