6 formas de evitar el Burn-out (parte II)

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En la primera parte de este artículo, expliqué algunas de las opciones que existen para evitar el Burn-out en nuestros lugares de trabajo. Éstas son otras excelentes alternativas:

  1. Creatividad y esfuerzo: Después de haber controlado la respiración y haber recuperado un poco la paz mental, es momento de ponerte en acción para sacar adelante todas las tareas y pendientes. Para ello, es imprescindible la creatividad.

El desarrollo de la habilidad creativa nos dará herramientas para encontrar la manera de llevar a cabo los procesos de forma eficiente y más rápida. Y cada vez nos encontraremos más libres para que nuevas ideas lleguen a nosotros, con las consecuentes nuevas oportunidades de negocio y de crecimiento.

  1. Trabaja en algo que sea tu pasión: El Burn-out surge de las expectativas que hemos creado, ya sea sobre lo que se espera de nosotros, del nivel de vida que queremos alcanzar o de las responsabilidades que tenemos que cumplir. Con esa base puedes llegar a aferrarte a un ambiente o un puesto con actitud desesperada y pesimista.

Hay una frase de Confucio que dice “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Emprende una búsqueda sobre aquello que te apasiona y cuando lo encuentres descubrirás que ya no lo llamas “trabajo”, sino “ocupación”. Una forma de descubrir aquello que te apasiona es preguntarte: “¿A qué me dedicaría si tuviera todas mis necesidades económicas cubiertas?”, “si tuviera todo el dinero del mundo, ¿qué es lo que queda después de viajar y comprar mansiones y lujos?”. Aquello que harías aún pagando para ello, es una brújula del lugar a donde se orientaría tu aspiración profesional. Y si todavía no lo has descubierto, para evitar el Burn-out en tu trabajo actual piensa que las habilidades que desarrollas hoy, las emplearás en el trabajo de tus sueños mañana.

  1. Ser parte del todo: Uno de los peores síntomas del Burn-out es el cinismo con que se encaran las tareas laborales. Puede ser una actitud de total indiferencia a lo que pase alrededor, pues el estar “quemados” hace que no le demos importancia a los procesos en los cuales no se nos ha dado apoyo o se ha exigido un esfuerzo irracional.

Tanto si eres empleado, como si eres dueño de la empresa, el tener consciencia de pertenecer a algo más grande te ayudará a que no caigas en esa indiferencia. Así, cada detalle contará, sin importar qué tan rutinario o abrumador sean los procesos. Además, pensar que nuestros clientes están allá afuera y en verdad nos necesitan, nos motivará a dar lo mejor de nosotros mismos.

Con estos pasos, te habrás librado así de algunos de los síntomas físicos y psicológicos del Burn-out. De seguro comenzarás a sentir que las tareas son más fáciles de hacer y el ambiente es más ligero; sobre todo, sentirás una actitud de optimismo que será benéfica para ti y tus colaboradores en el corto y largo plazo.  

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