Las claves del trabajo en equipo (Parte II)

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Luego de haber establecido en el artículo anterior las bases para una buena colaboración, es momento de pasar a la ejecución de los proyectos que, entre todos los integrantes de tu célula de trabajo, han planeado.

Para esto, es importante señalar que un buen liderazgo solo tiene sustento cuando se hacen partícipes a todos los miembros del equipo, ya sea pidiendo opiniones, solicitando ayuda entre los diferentes talentos y, sobre todo, respetando las diferentes formas de trabajo que cada quien pueda tener.

Por eso, pasaremos a los siguientes puntos clave que harán de tu equipo un conjunto, y no únicamente unidades dispersas de trabajo.

  1. Crea sinergias internas

Habiendo identificado al talento, llega el momento de dividir al equipo en grupos de trabajo más pequeños y específicos. Esto porque todo proyecto tiene características y subcaracterísticas que requieren cierto nivel de conocimiento y experiencia.

Al momento de crear sinergias en tus equipos, lo ideal es buscar una complementariedad entre todos los elementos. Pero no solo en el aspecto técnico, sino en las capacidades interpersonales. Así, los grupos no chocarán al momento de debatir, de hacer lluvia de ideas, ni al ejecutar.

  1. Ejecuta en equipo

Tras la planeación de una estrategia de trabajo, el actuar colectivo no debe de perderse. Al contrario, en la ejecución es cuando más relevante se vuelve la colaboración, ya que es en este punto en el que las debilidades de algunos deben de ser sustituidas por las fortalezas de otros miembros.

Además, como en todo equipo, la sensación de importancia de cada uno de los miembros es fundamental para el desarrollo óptimo del plan. Por eso hay que pedir opiniones de todas las sinergias que hemos creado, antes de acelerar o ralentizar la estrategia.

Si todos se sienten tomados en cuenta a la hora de ejecutar, el compromiso y la responsabilidad aumentarán considerablemente.

  1. Felicita e incentiva la retroalimentación

Una vez concluido con éxito el proyecto, la celebración no debe de ser individual. Si los logros obtenidos fueron resultado de un equipo, compartir las felicitaciones es solo un aliciente más para que el crecimiento personal y grupal fortalezca el inicio de otro encargo.

Y como el éxito es efímero, una vez que el equipo termine de congratularse, es momento de incentivar ejercicios de retroalimentación para ocasiones futuras. Aunque los resultados hayan sido maravillosos, siempre habrá aspectos a corregir.

Una vez enumeradas estas claves del trabajo en equipo, ahora sí de manera individual, reflexiona cuál es tu papel en los equipos de trabajo y cuáles capacidades puedes mejorar para convertirte en un elemento de aún más valor.

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